“Resulta difícil tener que resumir en
unas líneas tantas cosas que suceden en la vida de uno, pero como por algún
lado hay que empezar, lo primero de todo es decirte que nací en la ciudad de
Jalapa en una familia de 7 hermanos, de los cuales soy el cuarto. Tengo cuatro
hermanas y dos hermanos.
Desde pequeño el sueño de mi vida fue el
de ser futbolista, y debido al futbol, con la edad de siete años pase por una
de las etapas que marcó mi vida.
Tras un pequeño accidente jugando al
fútbol se me infectaron dos dedos del pie, y la infección en unos días terminó
siendo gangrena, que hizo que pasara a esa edad, casi un año de mi vida en un
hospital.
Tras un año ingresado en el hospital, mi
mama hizo un oración que estoy seguro que marco mi camino para el resto de mi
vida.
Estando yo muy grave en la cama del
hospital, ella en su desesperación clamó a Dios diciéndole "Señor si mi
hijo te va a servir a Ti, déjalo con vida, pero si va a ser un excelente
deportista pero va a estar lejos de Ti, llévatelo ya". A los pocos días
salí del hospital por mi propio pié, sin saber muy bien de la trascendencia de
aquella oración.
Desde pequeño mi mama nos ponía a cantar
en la iglesia a mis hermanos y a mí, y es de ella de quien he heredado mi
pasión por la música. En casa teníamos un piano con el que desde pequeño tocaba
con mi madre, pero no llegué realmente a aprender hasta mi juventud, en la que
también aprendí a tocar la guitarra.
Empecé a componer algunos cantos para compartirlos
con los jóvenes de mi iglesia, nunca pensando que llegaran a tener la
repercusión que más tarde tuvieron.
Con esa idea comenzamos a realizar producciones,
que rápidamente comenzaron a ser cantadas en numerosas iglesias.
Llevo ya quince años en el ministerio,
aunque te aseguro que el tiempo se pasó volando. En estos años he podido llevar
a cabo muchos sueños, y muchos otros están aún por venir.
Actualmente vivo en España con mi esposa
Adriana y mis dos hijos”.
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